LA FICCIÓN ESPECULATIVA A DEBATE

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Hace unos dos años, en una comunidad virtual, una persona preguntó qué eran exactamente los cuentos de ficción especulativa. De las variadas respuestas que se dieron, hubo una que se consideró la mejor por la mayoría y que reproduzco aquí: «Son los llamados cuentos de anticipación, ciencia ficción o ficción científica; tratan acerca de historias que podrían ocurrir en futuros próximos o cercanos. Como nadie puede predecir el futuro, el género se presta a toda clase de especulaciones, de ahí su rótulo».

Y ciertamente esta definición, más o menos consensuada entre un grupo de aficionados, la considero muy ilustrativa porque pone de manifiesto directa o indirectamente los siguientes hechos:

1.- «Ficción especulativa» se emplea como un sinónimo de «ciencia ficción».

2.- Tiene un carácter abierto.

3.- Denota algo vago e inconcreto.

4.- En caso de existir alguna limitación narrativa, no está especificada por la propia definición dada a este género.

5.- Se interpreta que tanto puede darse una difícil suerte de coincidencia, posibilidad de pronóstico o de anticipación, sobre circunstancias que podrían acontecer en un mañana...

6.- ...como que no se dé la coincidencia. Y las especulaciones aparecen libremente en la definición ante la enorme variedad de probables futuros.

7.- Queda de manifiesto un cierto reflejo intelectual en el lector: buscar elementos de comparabilidad o vínculos entre lo aventurado en la obra de ficción y el mundo contemporáneo en el que vive.


Respecto a que se tome Ficción Especulativa como sinónimo - un término sustituto- de Ciencia Ficción. En principio es algo perfectamente comprensible de pensar. Incluso se considera que el intento más serio de cambiarle el nombre a la CF fue obra de la influencia cultural ejercida en los años sesenta por los defensores del movimiento especulativo, intentando mantener las mismas iniciales SF del original inglés Science Fiction como se indica en el libro Ciencia Ficción Guía de lectura (Miquel Barceló, Ediciones B, año 1990). Pero no nos engañemos, aunque con una elevada coincidencia, no son sustitutos perfectos.


Podemos interpretar la Ficción Especulativa como una reestructuración, aparentemente coherente, de hechos o de causas específicas con un resultado que, aunque no tiene correspondencia en el mundo real, sí puede permitirnos obtener reflexiones de cierto valor intelectual.

Según lo veo, interpretamos la realidad que conocemos de una forma “determinista”: el estado de la tecnología es el que es, las relaciones sexuales, sociales o políticas son las que conocemos y punto, etc... Para disponer de otra perspectiva, nos hacemos una pregunta contrafáctica:

¿Que habría sido si...? ¿Qué sucedería si...? ¿Por qué no...? ¿Y si cambio...? ¿Imaginemos un lugar donde...?

La literatura especulativa parte de una premisa (condición contrafactual o punto de partida alterno) a base de cambiar un “factor determinante” o “causa específica” de la realidad que conocemos. La labor del escritor consiste en explorar los posibles cambios previsibles derivados del proceso y utilizarlos en un escenario alternativo para contar una historia. El proceso creativo es un reto teórico, además de una rebelión cultural contra la predeterminación.

Y lo que viene después es sólo un cuestión de límites. ¿Hasta dónde estoy dispuesto a llegar? ¿Hasta dónde pienso que puedo desligarme o alejarme de mi realidad? ¿Qué coste en términos de verosimilitud narrativa o de plausibilidad temática puedo asumir para explicar una idea?

Claudio Landete Anaya
Editorial del Grupo de Ficción Especulativa. 23 Enero 2010.

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