- PSICODRAMAS -

Las luces multicolores parpadean a intervalos regulares, creando una agradable penumbra. La taberna musical está repleta de clientes nocturnos, que conversan alegremente, animados por la euforia propia del alcohol y las drogas sintéticas. En uno de los cómodos asientos, una mujer solitaria, con el nerviosismo característico de las treinteañeras sin compromiso, espera encontrar compañía masculina.

La fortuna le sonríe. Un apuesto individuo, de mirada magnética y refinados modales, se sienta a su lado.

-¿Le molesta que la acompañe señorita? -pregunta con un muy cuidado tono de voz, calibrando la entonación de cada sílaba.

-En absoluto -sonríe con un ligero temblor en los labios-. Aunque suene a descaro, lo agradezco.

De esta forma se inició un doble diálogo: uno de palabras o otro implícito de gestos, miradas insinuantes y respiraciones entrecortadas. El lenguaje, gradualmente menos forzado, era una barrera que separaba, al menos formalmente a dos cuerpos hambrientos. Por muchos siglos que transcurran, el ritual del apareamiento no variará sustancialmente.

La mujer, de nombre Laura Bolton, explica sin demasiado entusiasmo cómo se gana la vida.

-Trabajo en una depuradora ambiental: descontaminando el aire, reciclando agua pútrida y residual con destino a cultivos o uso personal. Pero háblame de ti.

-Soy presentador de psico-programas, en una cadena privada.

-¿Psipo-qué?

-Verás Laura, es una muy reciente forma de ver programas televisivos. ¿Cuál es el problema de la mayoría de la gente?. No me contestes, ya te lo digo yo: el tiempo. En un día laboral casi no disponen de momentos de ocio y no pueden permitirse desperdiciar treinta o sesenta minutos, sentados infantilmente, frente a un monitor. Y más con una guerra comercial por medio. Sería un derroche imperdonable.

»Pero la distracción, el relax entre semana es imprescindible para la salud. Así que se han inventado los programas televisivos en tiempo diferido. El proceso íntegro no puedo explicartelo, porque es bastante complejo. Se basa en algoritmos matemáticos: cálculos para codificar, cifrar y almacenar en una secuencia determinada: números, letras, carácteres, colores... cualquier variable cuantificable, incluso el tiempo.

»Pongamos el ejemplo de que grabamos un magazine o una película en tiempo real. Posteriormente lo digitalizamos, comprimimos y se emite. Cada franja del espectro de onda, cada frecuencia contiene los datos de una de las variables que configuran la totalidad del programa.

»Cuando el espectador enciende el monitor recibe esta señal modificada -visualmente ininteligible-, y en su subconsciente se invierte el proceso. El magazine o la película se descomprime y expande en la memoria reciente. Primero el tiempo, después el sonido y así sucesivamente hasta llegar al último elemento en descodificarse en la mente, que son las imágenes y gráficos. Por esto se llaman psico-programas.

»El proceso no dura más de dos minutos y el espectador experimenta la sensación de haberlo contemplado a tiempo real. Además se encuentra relajado y satisfecho, pues nos permitimos alterar su estado de ánimo con imágenes subliminales. Claro que para beneficiarse de este avance hay que abonarse al canal donde trabajo, sólo así puedes conectarte a la red informática de telecomunicación psíquica.

»Oye... que te parece si abandonamos este local, cogemos un taxi y continuamos la conversación en mi apartamento.


Laura iba a contestar afirmativamente, cuando un camarero se acercó con una bandeja sobre la que había una tarjeta con el siguiente mensaje: "Deposite veinte créditos más, si desea proseguir el romance simulado con su presentador preferido."



Claudio Landete Anaya

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