- EL PROTOCOLO BABEL -

1


Intuí que algo importante había sucedido, cuando vi a Stephen montado en su viejo Chrevolet. Era de todos conocida su aversión a conducir. Las pocas veces que se adentraba en la carretera, siempre aferraba el volante con los dedos agarrotados y su rostro era un poema, temiendo colisionar en todo momento con cualquier objeto que sobrepasara los cinco kilómetros por hora. El acontecimiento, debía ser a todas luces trascendental ya que no podía esperar al ferrocarril de la mañana.

-Hola Stephen, ¿qué te trae por aquí? -dije a modo de saludo mientras salía a recibirlo al jardín de mi casa.

-No podemos hablar en la calle, Eric. Tengo que informarte de una cosa... asombrosa -respondió inquieto, mientras apagaba el contacto del motor-. Es respecto al SETI...


Me emocionó oír el nombre del proyecto, después de tantos años. Stephen y yo somos de la opinión que nuestras vidas comenzaron a marchitarse en el momento que se clausuró el SETI, el programa de búsqueda de vida inteligente extraterrestre . Demasiados fondos invertidos y, ciertamente, ningún resultado.

-Entremos. Dorothy ha ido a una reunión del club de amas de casa. Estaremos solos. Nadie nos interrumpirá -acompañé la invitación con un movimiento del brazo.

Mi antiguo compañero se apeó del vehículo como si fuese el mismísimo mensajero del Armagedón. Era un puñado de nervios y prisas.

-¿Vuelven a abrir el SETI? -pregunté intrigado.

-No, no. ¿Te acuerdas del concepto en el que trabajábamos juntos?

-Claro, el transductor semántico Babel 1.0 -respondí con un cierto deje de melancolía.
-Bueno, en realidad era más bien un protocolo de análisis de códigos. Una forma de actuación ante cualquier posible mensaje inteligente. Tú pusiste la base matemática y yo los conocimientos lingüísticos.

-¡Cómo voy a olvidar lo que pudo ser el mayor logro científico de mi carrera! Lástima que nunca pasara de la mesa de diseño. Nunca se construyó el prototipo.

-Verás... eso último no es absolutamente cierto. Existe un transductor semántico operativo. Al menos eso creo.

-¿Quién?¿Dónde?¿Cuándo? -acribillé a Stephen.

-Yo. He sido yo, en todos estos años. Invirtiendo parte de mi plan de pensiones y alguna aportación privada que he podido arañar de aquí y de allá. No tengo familia y, en fin, qué más daba dónde pudiera ir mi dinero una vez que hubiera muerto. En cambio, la alternativa era tan atractiva: saber si el concepto de Babel 1.0 era funcional. Además estaba la esperanza, casi infantil, de que algún día reabrieran el SETI y nos volvieran a llamar.

-¿Funciona? ¿El transductor que has construido funciona correctamente?

-Según la máquina, se ha captado un mensaje. Traigo la síntesis... -Stephen introdujo la mano en el bolsillo.

-Mejor nos sentamos, tomamos un café y me lo explicas con calma.


2


Al aroma del suave café, comenté:

-De acuerdo a la síntesis del transductor, has entrado en contacto con una civilización altamente evolucionada. Se expresan con un metalenguaje de nivel 9. Son capaces de elevarse ocho veces por encima del lenguaje-objeto básico, el utilizado para nombrar cosas. Ha resultado ser un contacto con grandes pensadores, ciertamente mucho más inteligentes que nosotros los humanos. ¿Quienes son? ¿De dónde proceden? ¿Cuál fue el canal de transmisión?

-Nunca lo creerás. No sé si he hecho bien contándotelo. Las respuestas pueden romper muchos esquemas de pensamiento -dijo Stephen con aire compungido.

-Suéltalo ya. No hagas que te lo suplique -aunque finalmente , sin poderlo evitar, añadí-: por favor...

-Como te anticipé, la construcción de Babel 1.0 la he sufragado principalmente con mis ahorros. Sin ayuda gubernamental de ninguna clase. El contacto se ha producido sin la asignación de un Punto de Escucha.

-¿Insinúas que no has conectado el transductor a ningún radiotelescopio? Entonces, con una antena convencional, el alcance de la señal habrás sido de pocos kilómetros. ¡Un contacto interior! ¡En nuestro propio planeta!

-Metros -aclaró-. El contacto se ha producido a escasos metros de mi casa.
-¿Stephen, insinúas que tienes un alien por vecino?



-Te lo diré todo, aunque me taches de loco. El contacto ha sido aquí, en la Tierra. Y en cuanto a la forma de vida que se expresa con un metalenguaje de nivel 9, ha resultado ser un nido de pájaros: tilonorincos, para ser más exactos. En medio de una glorieta con flores de hibisco, los cantos de una hembra de tilonorinco que cuidaba de su pichones son la forma más evolucionadas de comunicación de la que nunca he tenido constancia en mi larga trayectoria de lingüista. Es descabellado. ¿Cómo vamos a estar rodeados de seres más evolucionados que nosotros sin que nos diéramos cuenta?



-¿Practicaste el protocolo de análisis semántico en su totalidad o sólo parcialmente? A lo mejor estás ante una hipótesis anticipada.



-No hay la menor sombra de duda. La secuencia fue completa: identificar la señal primaria, eliminar posibles ruidos de fondo, aplicar los patrones matemáticos de comparación, buscar pautas de regularidad, deducir los algoritmos semánticos... En fin, como ves, el Protocolo Babel se cumplió por entero.



-Quizás no sea tan descabellado. Bien mirado, existe una cierta lógica. Tu descubrimiento es ciertamente metafórico: ¿porqué sólo orientamos radiotelescopios y sistemas de escucha al exterior? Muy sencillo, porque damos por supuesto una cosa: en la Tierra existe una jerarquía y el hombre está en la cúspide. Ninguna circunstancia puede cambiar este hecho consumado. Tú hallazgo es fútil porque nunca alteraremos la jerarquía existente. Nunca reconoceremos ciertos atributos a una forma de vida que hemos catalogado por inferior, aunque resulte que nos supere en intelecto.



-¿Y qué haremos, Eric? Podría ser tan enriquecedor... Aprenderíamos tantas cosas de esos pájaros. Nivel 9. Reflexiona: pensamiento abstracto y mucho más.

Después de un largo silencio, mis labios pronuncian la única respuesta posible:

-La jerarquía siempre ha sido y será lo primero -afirmo, mientras rompo en mil pedazos la síntesis del transductor.


Claudio Landete Anaya
Mataró, España (año 2006)

2 comentarios:

Daniel Salvo dijo...

Buenísimo.

Jaime dijo...

Genial, buena capacidad de imaginar.